Correos se encuentra en una situación financiera crítica, como ya hemos venido comentando en anteriores artículos de esta página. Algunos sindicatos han pedido incluso la intervención del propio gobierno para sostener la empresa pública de logística, dada su importancia.
Y es que las cifras no son buenas, hablan por sí solas, con pérdidas de 217,7 millones de euros en 2022 y 125 millones en 2023. Para hacer frente a esta situación, la empresa pública postal ha anunciado un plan de reestructuración que incluye el recorte de plantilla mediante prejubilaciones. Además, se ha endeudado para poder cumplir el plan estratégico a 4 años al pedir un crédito multimillonario para los gastos que necesitará.
El gobierno español justifica la caída del negocio postal por la competencia del comercio electrónico y la disminución del uso del correo tradicional. Sin embargo, en otros países europeos como Italia, Francia y Bélgica, las empresas postales públicas sí generan beneficios, países en los que la situación no es diferente, ya que el correo electrónico es algo mundial.
Ante esta situación, Correos ha iniciado un proceso de diversificación e internacionalización, pero los resultados no han sido los esperados. La empresa ha nombrado un nuevo presidente, Pedro Saura, y ha aprobado una reestructuración de su cúpula directiva, y veremos en qué termina todo el proceso finalmente.
El plan de prejubilaciones aún no está definido, pero se espera que afecte a un número significativo de trabajadores. Los sindicatos han mostrado su rechazo a la medida y han anunciado movilizaciones, así que se espera una guerra incómoda con la empresa pública de logística, y habrá que esperar a cuántos terminará afectando todo este proceso. No obstante, esperamos que el plan surta efecto y se siga manteniendo un servicio tan esencial como éste, ya que el correo postal sigue siendo muy necesario para infinidad de personas.
Fuente – ABC