El Congreso de los Diputados ha aprobado este miércoles una reforma clave del régimen económico y fiscal de Canarias que incluye, entre sus disposiciones, un plan para reestructurar Correos y devolverle la rentabilidad. Esta medida ha sido posible gracias a una enmienda introducida por el PSOE que propone modernizar la empresa pública, reforzar sus servicios financieros básicos y ampliar su papel como operador postal universal hasta el año 2030.
La iniciativa fue aprobada en la Comisión de Hacienda, que tiene competencia legislativa plena, y ahora será remitida al Senado para continuar su tramitación. El texto recibió el respaldo del PSOE, PP, PNV y Coalición Canaria, mientras que Vox y Bildu optaron por la abstención. Sumar votó en contra, argumentando que, aunque apoya el rescate de Correos, considera que su financiación debería proceder de los beneficios del sector bancario, y no implicar un mayor esfuerzo fiscal para la ciudadanía.
La enmienda aprobada retoma el Acuerdo Marco firmado entre Correos, Hacienda, SEPI y los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO. Dicho acuerdo contempla inversiones específicas para renovar la red logística, impulsar los servicios postales y logísticos, y otorgar a la empresa la categoría de Servicio de Interés Económico General (SIEG), lo que permitirá ampliar sus competencias más allá del correo tradicional.
Este plan ya se intentó implementar a principios de año mediante un real decreto que también recogía otras medidas, como el incremento de las pensiones o ayudas por catástrofes naturales. Sin embargo, fue rechazado por el Congreso tras el voto en contra de PP, Vox y Junts.
La hoja de ruta planteada busca que Correos recupere la estabilidad económica. El objetivo es revertir los resultados negativos a partir de 2026 y alcanzar un margen operativo del 6% en 2028, en línea con la media del sector postal y logístico. Además, se pretende que menos de la mitad de los ingresos de la empresa dependan del servicio postal tradicional, potenciando otras líneas de negocio como la paquetería, que debería llegar a representar el 35% del volumen total de ingresos.
El plan también contempla incentivos por desempeño para el personal y amplía el abanico de funciones de la empresa pública. Correos podrá encargarse de tareas como tramitar documentos administrativos, gestionar tributos y multas, entregar ayudas públicas, verificar identidades digitales, e incluso ofrecer servicios financieros similares a las cuentas de pago básicas. Estas cuentas permitirían a los usuarios realizar transferencias, pagos, retirar efectivo o gestionar sus ahorros a través de una tarjeta prepago vinculada.
Con esta aprobación, el Gobierno da un paso decisivo en la transformación de Correos, apostando por un modelo más moderno, diversificado y autosostenible.
Fuente – Demócrata.es